Tipos de PC
Tradicionalmente una PC de escritorio se asocia con un ordenador de gran tamaño, ruidoso y que emite mucho calor. Eso es cosa del pasado. Los PCs actuales tienen un consumo moderado y diferentes modos de funcionamiento que reducen la velocidad del procesador y la GPU cuando se realizan tareas ligeras como navegar por Internet o redactar un texto.
Nada puede igualar su rendimiento y la comodidad que proporciona un monitor grande y un teclado de tamaño completo. Siguen siendo imprescindibles cuando tienes que usar un ordenador varias horas seguidas.
A la hora de comprar una PC de escritorio, la primera decisión que debes tomar es el tipo de PC que necesitas, para hacer los primeros descartes. Aquí van algunas ideas:
- PC Clon: La PC de escritorio de toda la vida que montas tú mismo o te montan en una tienda con los componentes que elijas. Es el que mejor relación potencia / precio ofrece, y lo puedes personalizar al máximo. Además se puede ampliar fácilmente.
- PC de marca: Son más caros, la personalización está limitada, y las reparaciones fuera de garantía suelen ser caras. A cambio tienen componentes muy equilibrados, ofrecen muy buen rendimiento y tienen la garantía y el servicio técnico del fabricante.
- Gaming PC: Ordenador pensado para jugar a videojuegos. Se distingue por sus carcasas negras con colores llamativos. Suelen ser muy potentes pero también consumen más, y son caros.
- Mini PC o barebone: PCs de pequeño tamaño, silenciosos y con poco consumo. Sirven a la perfección para cualquier tarea de ofimática e Internet, pero van un poco justos para proyectos multimedia o gaming.
- Todo-en-Uno: El hardware del ordenador se coloca detrás del monitor, dando la sensación de que sólo tienes una pantalla. Básicamente es un miniPC incrustado en la pantalla, así que el rendimiento es suficiente para tareas básicas pero no puede con trabajos que exigen una gran potencia de proceso.
¿PC montado o DIY por componentes?
La primera decisión al comprar un PC de sobremesa, es si lo montas tu mismo o pides que te lo monten. Hoy en día ensamblar un PC no es muy complicado. La mayoría de los componentes son modulares y es tan sencillo como encajarlos en sus slots y conectar los cables. Las BIOS modernas reconocen automáticamente el hardware y configuran ellas mismas el voltaje y la velocidad. Aún así es una operación delicada, porque si lo haces mal puedes estropear el hardware.
Montarlo tu mismo es la mejor opción, porque es la más barata. Sólo tienes que pedir el hardware en la tienda. Un PC básico necesita lo siguiente:
- Carcasa, ventiladores y cableado (suele venir con la propia carcasa)
- Placa base o Motherboard
- Procesador y disipador / ventilador
- Tarjeta gráfica
- Unidad interna de almacenamiento (disco SSD o disco duro)
- Fuente de alimentación
- Sistema operativo
Si no te ves capacitado para montarlo puedes pedir ayuda a un conocido que sepa hacerlo. Otra opción es elegir el hardware y pedir a la propia tienda que te lo monten ellos. No se cobra mucho dinero y tienes la seguridad de que funcionará bien.
Orden de elección
Un ordenador es una máquina formada por diferentes componentes que funcionan en armonía. Deben ser compatibles entre sí para que no se produzcan errores, lo que significa que elegir una determinada componente influye en el resto. De mayor a menor importancia, este es el orden de elección del hardware de un ordenador:
- Elige un procesador y la tarjeta gráfica
- El procesador y la tarjeta gráfica condicionan la placa base que podemos usar
- La longitud de la tarjeta gráfica y la placa base condicionan la torre o carcasa
- El procesador y la placa base condicionan el tipo de memoria RAM
- El procesador, la tarjeta gráfica y los discos duros condicionan la fuente de alimentación
Es decir, no puedes elegir una torre sin haber elegido antes la placa base, y no puedes elegir una placa base sin haber elegido antes el procesador. Explicamos todas estas relaciones en los siguientes puntos.
El procesador o CPU
Nuestro primer consejo para comprar un PC de escritorio es comenzar con tres elementos clave: el procesador, la tarjeta gráfica y la memoria. Esto nos define la placa base que debemos poner, y la fuente de alimentación. Con esto ya tenemos un PC básico y a partir de aquí podemos añadir lo que queramos.
El primer hardware es el procesador. En los últimos años Intel ha ido un paso por delante de AMD, pero parece que a partir del 2017 las cosas se han igualado con aparición de los nuevos AMD Ryzen.
Intel
Intel dispone de varias gamas de CPUs.
- Intel Celeron y Pentium: Gama económica de entrada.
- Intel Core i3: Procesadores de bajo rendimiento y bajo consumo. Pensados para tareas de ofimática, texto e Internet. Se usan en miniPCs, Chromebooks y portátiles
- Intel Core i5: Rendimiento medio, sirven para todo pero muestran sus limitaciones cuando se realizan labores intensivas como edición gráfica en 3D, juegos potentes, etc.
- Intel Core i7 e i9: la gama alta de Intel, pensada para gaming y tareas gráficas intensivas
- Intel Xenon: Servidores y PCs profesionales
Cada gama se ha actualizado varias veces a lo largo de los años, así que tienen varias generaciones. Un Intel Core i3 de Segunda Generación es más antiguo que el de Tercera Generación, y posiblemente más lento. A su vez las generaciones tienen un "apodo". Por ejemplo la Septima Generación se llama Kaby Lake, mientras que la actual Novena Generación es Cofee Lake y la Decima que acaba de ponerse a la venta es Comet Lake. Desde el punto de vista de la nomenclatura de la CPU, el primer número siempre indica la generación. Por ejemplo, el procesador i7 4650 es de Cuarta Generación, y el i7 7650, de Séptima. Dentro de un mismo procesador y generación, como mayor sea el número, más potente es. Un i7 6950 es más potente que un i7 6700.
El último factor a tener en cuenta son las letras que suelen aparecer al final o en mitad del nombre. Por ejemplo, i7-6700K.
- K: Los procesadores terminados en K no tienen bloqueo de velocidad y voltaje. Se pueden overclockear, es decir, aumentar su velocidad de fábrica. Por ejemplo el i7-6700K. Están pensados para gaming
- T: Procesador optimizado para extraer la máxima potencia
- X: Extreme. Máximo rendimiento.
- H (Portátil): Gráficos de alto rendimiento
- HK (Portátil): Gráficos de alto rendimiento sin bloqueo de velocidad
- HQ (Portátil): Gráficos de alto rendimiento con cuatro núcleos
- Y (Portátil): Consumo muy bajo (por tanto, menos potentes)
- U (Portátil): Consumo ultrabajo, no requiere ventiladores
En este enlace tienes más información sobre la nomenclatura de las CPU de Intel.
AMD
Como Intel, la compañía de Sunnyvale dispone de varias gamas enfocadas a distintos usuarios.
- APU Serie A: Gama económica de entrada con GPU gráfica integrada en el propio procesador.
- Athlon: Gama baja, con gráficos VEGA integrados en el propio procesador.
- AMD Ryzen: La gama media, enfocada a los juegos y entusiastas que buscan mejor rendimiento. A su vez según su rendimiento los AMD Ryzen se dividen en:
- Ryzen 5: rendimiento medio.
- Ryzen 7: rendimiento medio / alto.
- Ryzen 9: alto rendimiento.
- AMD Ryzen Threadripper: La gama más alta, enfocada a los profesionales, juegos y el mayor rendimiento posible.
Tarjeta gráfica / GPU
El segundo elemento más importante a la hora de comprar un PC de sobremesa es la GPU o tarjeta gráfica.
Los ordenadores más básicos incluyen el chip gráfico integrado dentro del propio procesador (Intel HD Graphics), pero sólo ofrece un rendimiento básico para tareas cotidianas. Para jugar a juegos o trabajar con multimedia se requiere una tarjeta dedicada. Aunque sólo hay dos grandes fabricantes NVIDIA y AMD, existen docenas de chips diferentes, que además montan muchos ensambladores (marcas distintas). Por ejemplo hay muchas tarjetas que usan el chip GTX 1070 de NVIDIA de las marcas MSI, Gigabyte, Zotac, etc., y cada una añade pequeñas variaciones en la velocidad, sistema de refrigeración, etc.
NVIDIA
Es el fabricante más popular. Su gama de tarjetas GTX y las actuales RTX tienen distintas familias según su potencia.
- GeForce 8xxx y 9xxx: Son modelos muy antiguos de bajo precio que hoy en día sólo son útiles en ofimática e Internet. Por ejemplo, GeForce 9500
- GTX 2xx, 4xx y 7xx: Tambien son generaciones antiguas de gama media/baja, según el modelo pueden ofrecer un rendimiento decente pero no pueden con los juegos y aplicaciones más potentes
- GTX 9xx: Gama media, aún funcionan bien con los juegos actuales, especialmente los modelos más altos (GTX 970 y GTX 980), Pero ya han sido superadas
- GTX 1xxx: Es una generación actual, fabricadas en proceso de 16 nm y 14 nm, según modelo. Compatible con DirectX 11 y DirectX 12, capaz de mover sin problemas juegos actuales. Recomendable para juegos. Por ejemplo GTX 1070
- RTX 20xx: La generación más reciente de NVIDIA, fabricada en proceso de 12 nm y compatible con DirectX 11, DirectX 12 y trazado de rayos. Lo más potente que existe en el mercado.
- Titan: La gama más alta, pensada para exprimir al máximo los juegos más exigentes
- Quadro: Entornos profesionales de diseño gráfico
Dentro de cada gama hay variantes. Por ejemplo el modelo Ti suele tener más velocidad y rendimiento. Una GTX 1650 Ti es más potente que una GTX 1650.
AMD
- Radeon HD: Son modelos muy antiguos sólo son útiles en ofimática e Internet
- Radeon R5: Gama baja para PCs de oficina y aplicaciones en la nube
- Radeon R7: Gama media con soporte para juegos sencillos y edición multimedia poco exigente
- Radeon R9: Gama media/alta que aún puede manejar los juegos actuales
- Radeon RX: Es la gama mas nueva de tarjetas Radeon, existen distintas generaciones y modelos dentro de esta gama con distintas potencias:
- RX 4xx y 5xx: Tienen un rendimiento equivalente a los modelos de la familia GTX 10xx de NVIDIA, capaces de mover sin problemas juegos actuales. Por ejemplo: RX 580
- RX 5xxx: Generación mas reciente de las tarjetas AMD, excelente relación precio / performance que iguala o supera a la linea RTX de NVIDIA
- RX Vega: La gama más alta, pensada para exprimir al máximo los juegos más exigentes
Las tarjetas gráficas tienen una determinada cantidad de RAM, independiente de la del ordenador. Si vas a jugar a juegos punteros o editar vídeo o gráficos 3D, es recomendable que posea al menos 4 GB de RAM.
Comprueba también que dispone de conexión compatible con tu monitor: DVI, HDMI o DisplayPort.
Memoria RAM y almacenamiento
La memoria RAM del ordenador nos va a permitir realizar labores multitarea y manejar gran cantidad de datos de forma eficiente. Windows 10 exige menos RAM que sus predecesores, y por otro lado es una de las componentes más sencillas de instalar. Su precio no es muy elevado, así que nuestro consejo es que pongas una cantidad mínima de memoria RAM, 4 GB (ofimática) u 8 GB (gaming), y luego ya tendrás tiempo de ampliar cuando notes que el ordenador o algún programa lo necesita.
Existen diferentes tipos de memoria RAM: DDR2, DDR3, DDR4, etc. Como más alto sea el número, más rendimiento. Además dentro de cada gama, hay distintas velocidades.
El tipo y la velocidad dependen del procesador y la placa base. Acude a las especificaciones del procesador y mira la velocidad máxima del bus de datos de memoria que admite. Acude a las especificaciones de la placa base que hayas elegido y mira el tipo de memoria que soporta (DDR3 o DDR4). Así sabrás qué tipo de memoria tienes que comprar.
Otro dato importante es que las memorias actuales rinden mejor en parejas. Si vas a poner 8 GB es mejor poner 2 módulos de 4 GB en lugar de 1 de 8 GB. A la hora de comprar la placa base comprueba que tiene slots de memoria libres para una futura ampliación.
También hay que considerar la latencia (CL). Como más baja sea, mejor. Por ejemplo una memoria con latencia CL8 es más eficiente que otra con CL9 o CL10 (y seguramente más cara).
Verás que algunas memorias son ECC. Significa que incluyen un control adicional de errores, pero son más caras y es necesario que la placa base sea compatible con él. Las memorias sin este control se llaman Non-ECC.
Almacenamiento
Durante décadas los discos duros han sido el principal medio de almacenamiento, pero ya están siendo sustituido por los SSD (Solid State Drive) o discos sólidos/rígidos. Son algo más caros y tienen una menor capacidad de almacenamiento pero no tienen partes mecánicas así que no hacen ruido, se calientan menos y son mucho más rápidos. En este vídeo puedes ver cómo funcionan:
Hoy en día es imprescindible montar un disco SSD para instalar el sistema operativo. El ordenador arrancará y funcionará mucho más rápido. Los programas y los datos se pueden guardar en un disco duro convencional.
Existen varios tipos de SSD:
- SLC: almacena un bit en cada celda. Es el más rápido y fiable pero también el más caro, se usa a nivel profesional
- MLC: almacena 2 bits por celda. Puede guardar más datos pero el acceso es más lento y se degrada antes, al tener que hacer más acceso a una misma celda. Es el más común
- TLC: tres bit por celda. Mayor capacidad y más barato, pero menor rendimiento y menos tiempo de vida útil
Tanto los discos SSD como los discos duros se conectan al ordenador principalmente a través del conector SATA. Existen variantes, que deben ser soportadas tanto por la placa base como el propio disco. Es decir, si compras un disco SATA 3 pero la placa base es SATA 2, el disco funcionará en modo SATA 2.
- SATA 1: Alcanza una velocidad máxima de 150 MB/sg
- SATA 2: Ofrece una velocidad máxima de 300 MB/sg
- SATA 3: Duplica la velocidad hasta los 600 MB/sg, y se reduce el tiempo de acceso
- NVMe: al utilizar canales PCI-express con una conexión directa a la placa, puede alcanzar velocidades de hasta 2 GB/sg. Este tipo de conexión convierte al disco en una tarjeta compacta fácilmente reconocible.
Existen discos duros con una tamaño de 2.5 y 3.5 pulgadas. En el caso de los SSD los más comunes son los de 2.5 pulgadas, aunque se está extendiendo el nuevo formato M.2, que sustituye al m.SATA. Hay también discos híbridos que combinan un disco duro con un SSD.
En los discos duros también es importante las revoluciones por minuto, es decir, la velocidad de giro. Como más rápido gire, más rápido leerá y escribirá datos. Varía entre las 5400 y las 10.000 rpm.
Aunque están en desuso también puedes añadir una grabadora de DVD / Blu-ray, que además funcionará como lector de discos.
Placa base
La elección de la placa base (o placa madre) depende directamente del procesador y la tarjeta gráfica. Debes tener en cuenta varias cosas:
- Socket de la CPU: Toda placa base tiene un socket (conector) para insertar el procesador. Comprueba en la web del fabricante del procesador el socket que utiliza, y con eso ya puedes elegir la familia de placas base. Por ejemplo, el procesador Intel i7 9700K usa el socket LGA 1151, así que debes comprar una placa que incluya este socket.
- PCI-Express: Las placas gráficas se conectan a través del bus PCI-Express (PCIe). Existen versiones 1.0 hasta 4.0. Hay que comprobar que el PCI Express que exige la tarjeta coincide con el que ofrece la placa. Comprueba también si hay slots para una o dos tarjetas, por si tienes pensado instalar dos funcionando en paralelo (SLI o Crossfire).
- Slots de memoria: Asegúrate de que la placa tiene suficientes slots para futuras ampliaciones. Es recomendable que tenga al menos cuatro, aunque con dos es suficiente.
- Tamaño de la placa: Existen varios tamaños de placa base. De menor a mayor: miniATX, microATX y ATX.
- Extras: debe inclur varios puertos USB 2.0 y 3.0, y si es posible, USB Type C. También Bluetooth (aunque es fácil de añadir con un adaptador externo), WiFi y tarjeta de red Ethernet por si quieres conectarte por cable.
El tamaño influye en el número de slots y conectores, y la longitud de la placa gráfica. Las tarjetas más potentes son muy largas, así que necesitan una placa ATX.
En resumen, según el socket del procesador y la longitud de la tarjeta gráfica, tendrás que elegir la placa base. Hay muchas marcas y dentro de cada una diferentes modelos según el chipset (el controlador de la placa), número de conectores USB, sonido, WiFi y Bluetooth integrado, calidad de los materiales, disipación del calor, funciones extra, etc.
Fuente de alimentación, ventiladores y disipadores
El sistema de refrigeración y disipación del calor es vital para que el ordenador pueda rendir al máximo nivel. Los procesadores y tarjetas gráficas actuales están preparados para reducir la velocidad automáticamente si la temperatura interna alcanza cierto nivel, así que debes asegurarte de que el calor se disipa correctamente, sino tu PC funcionará más lento.
En la mayoría de los casos el enfriamiento lo llevan a cabo los disipadores (grandes placas de metal encima del procesador o el chip gráfico) y los ventiladores. El procesador suele incluir su propio disipador, pero es muy básico, así que es mejor sustituirlo por un disipador más potente:
Asegúrate de que es compatible con tu procesador.
Los ventiladores los suele incluir la propia torre, pero seguramente serán algo ruidosos. Puedes sustituirlos por ventiladores de PC más silenciosos, o añadir más si los necesitas. Aquí tienes algunos consejos para elegir ventiladores de PC.
El último elemento clave, y uno de los más importantes, es la fuente de alimentación. Debe suministrar energía a todo el hardware, de forma holgada. El 60 o 70% de todo el consumo lo realizan el procesador, la tarjeta gráfica, y los discos duros. Así que acude a las especificaciones, suma el consumo de estas tres componentes, medido en Vatios (W), añadele un 40% de ese valor para garantizar un suministro holgado, y tendrás la fuente que necesitas. Por ejemplo, si el procesador consume un máximo de 100W, la placa gráfica 170W, el disco duro y SSD 50W, eso son 320W. El 40% es 128W así que 320 + 128 = 448W. La fuente de alimentación debe rondar los 500W. Hay muchas medidas diferentes: 500, 550, 700, 850W, etc.
Ten en cuenta también el tamaño, que se ajuste a la placa: ATX, microATX, etc.
Otra opción es acudir a la web OuterVision que ofrece un calculador de consumo. Introduces el hardware de tu PC (procesador, placa, discos, memoria, etc), y te calcula la fuente óptima que necesitas.
Además de la potencia también tienes que tener en cuenta otros aspectos como el amperaje o la certificación. Están explicados en este artículo con más consejos para elegir una fuente de alimentación.
Finalmente, si puedes permitírtelo, elige una fuente modular. Se llaman así porque los cables no están soldados y puedes conectar y desconectar los que necesites. Muy útil si tienes poco espacio en el interior de tu PC:
Monitor
Es una época complicada para comprar un monitor. Acaban de estrenarse tecnologías como HDMI 2.1 o 4K HDR y aún no están muy extendidas, pero son el futuro.
Aspectos a tener en cuenta:
- Tamaño: Compra el máximo tamaño que puedas permitirte, en relación a la distancia de visionado
- Tecnología del panel: Los paneles TN son los más comunes. Son muy usados por su bajo tiempo de respuesta y su bajo precio, pero su ángulo de visión es limitado. Los paneles IPS ofrecen más ángulo de visión y colores más reales, pero los negros se ven más lavados. Ya se han anunciado monitores OLED, más caros pero con unos colores y negros más perfectos.
- Resolución: Para un trabajo de ofimática o educativo, basta con un monitor 1080p. Si tienes un PC gaming te interesa un monitor WQHD (1440p), e incluso 4K.
- Tiempo de respuesta: la latencia desde que das una orden que cambia la imagen, hasta que se refleja en pantalla. Como más bajo sea este valor, mejor.
- ¿Qué es eso del HDR? HDR es una técnica de imagen que consigue colores más naturales, blancos más blancos, negros más negros, así como más variación de los mismos. Se usa en el cine (Netflix o el formato Blu-ray 4K Ultra HD ya lo emplean) pero también ha llegado a los videojuegos en las consolas PS4 Pro y Xbox One S. Y tanto NVIDIA como AMD ya lo aceptan en sus tarjetas gráficas. Si vas a comprar un monitor 4K, que sea HDR, porque en los próximos meses los juegos lo usarán para mejorar la calidad de imagen.
- Velocidad de refresco: el mínimo indispensable hoy en día es 120 Hz para trabajar y 60 Hz para jugar. Pero hay monitores que ofrecen hasta 244 Hz. Como mayor sea, más descanso para la vista
- G-Sync o FreeSync: Algunos monitores pensados para gaming pueden usar una tasa de refresco variable que se ajusta a la velocidad del juego, en tiempo real. De esta forma la imagen siempre se ve suave, sin tirones, aunque los fps varíen. NVIDIA llama a esta técnica G-sync y AMD, FreeSync, y no son compatibles. Según la tarjeta gráfica que tengas el monitor debe ser compatible con una u otra. Ya se ha anunciado G-Sync HDR.
- Conexiones: El monitor debe tener al menos un par de conectores HDMI, DVI, y opcionalmente, DisplayPort. Asegúrate de que la tarjeta gráfica también tiene una de ellas.
- ¿Curvo o plano? Las pantallas curvas no han terminado de cuajar. No aportan ventajas pese a lo que publicitan, pero a mucha gente les gusta el efecto que producen, así que puedes comprarlas si te atraen.
La torre o carcasa
La elección de la torre va mucho más allá de un simple tema estético o de tamaño. Los materiales y la longitud de la carcasa influyen en la disipación del calor o en el tipo de tarjetas que puedes instalar.
Si vas a comprar un ordenador para gaming o para exigentes tareas multimedia (edición de vídeo, entorno CAD, etc.) necesitas un procesador y un tarjeta gráfica potentes, que van a generar calor, así que es recomendable una torre de materiales metálicos como el aluminio y otras aleaciones, que enfrían más. Del mismo modo, la torre debe ser de tamaño completo (nada de versiones compactas o mini) porque las tarjetas gráficas más potentes son muy largas. Existen también carcasas con sistemas de refrigeración avanzados (agua, más ventiladores, etc).
Si el PC se va a usar para labores de oficina o educativas, se pueden utilizar torres más pequeñas o de plástico.
El tamaño dependerá del tipo de placa que vayas a montar: ATX, microATX o miniATX.
Conclusiones
Son muchos conceptos a tener en cuenta, pero son sencillos de entender. Simplemente hay que ir paso a paso. Cada componente condiciona al siguiente, así que resulta más fácil elegir.
El procesador y la tarjeta gráfica fijan la placa base a utilizar, y con ello el tipo de memoria y el tamaño de la torre, así como la fuente de alimentación. El resto ya es cuestión de gustos y presupuestos.